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¿Cómo funcionan las Botas Militares?
Seguro que han oído el dicho “Destruye sus pies y destruirá el cuerpo entero”. Una frase que describe la importancia de contar con un calzado adecuado cuando se lucha en una guerra. En la Legión Extranjera Francesa lo tienen claro. Los soldados saben que, si sus pies están mal, se acabó el juego. Por lo tanto, una de las primeras lecciones que aprenden una vez ingresan en la Legión Extranjera es a cuidar de sus pies y tener unas botas que se adapten a su forma de operar, al terreno en el que están y al clima. Como cualquier otra pieza de equipo militar, las botas han tenido varias transformaciones a través del tiempo. Sin embargo, la mayoría de estos cambios se produjeron en la historia reciente y sólo después de que su importancia fue adecuadamente abordada por los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Las botas militares, hoy por hoy, son un icono de la cultura militar. Pero de verdad que su importancia es mucho más relevante de lo que puedes creer. En este artículo no sólo haremos un recorrido completo por la evolución del calzado militar, sino que veremos su gran importancia en las luchas. ¿Cómo se ha convertido en una cultura que ha sobrepasado el campo de batalla? Y cómo hemos llegado a un punto donde un buen calzado militar se ha vuelto esencial para los soldados. Conocerás así cómo funcionan las botas militares. Al parecer, en los orígenes del calzado militar encontraríamos que no había una diferencia sustancial entre el calzado cotidiano y el militar durante la mayor parte de la edad antigua de la historia. Los romanos fueron los responsables de las primeras botas de grado militar, que eran conocidas como Calica. El diseño de estas sandalias no solo no tenía precedentes, sino que era muy inteligente.
Las Calica tenían clavos de hierro en sus suelas, las cuales permitían a los soldados tener una mejor tracción en terrenos complicados, durabilidad e incluso la capacidad de infligir más daño con sus patadas. El uso de clavos en la suela demostraría ser duradero y estando presente en muchas botas militares hasta el siglo XX. Al mismo tiempo, las Calica fueron adoptadas en todo el Imperio Romano. Una implementación a gran escala que demuestra que los romanos realmente fueron los primeros en reconocer la gran relevancia del calzado en la guerra, como nadie lo haría hasta muchos siglos después. Aunque cabe mencionar que las Calica fueron inutilizadas por una fuerza natural inamovible: el clima británico.
Esto llevó a los romanos a inventar los calcetines, pero aún así no era suficiente para soportar las inclemencias del tiempo. El calzado militar propiamente dicho no sufrió ninguna transformación muy relevante hasta la Baja Edad Media, con sus distintivas botas de varillas de acero y malla, y el Renacimiento, cuando aparecieron las botas largas o botas de mosquetero con hebillas.
Estas últimas configuraciones se convirtieron en la norma durante mucho tiempo, hasta principios del siglo XIX, y con el paso del tiempo dieron paso a la creación de las primeras botas con cordones o agujetas. Durante las guerras napoleónicas, el ejército británico comenzó a hacer botas militares de cuero con cordones en los tobillos que reemplazaron las botas con hebilla. Estas botas, conocidas como vlogger, se mantuvieron en uso a lo largo del siglo XIX y se utilizaron en conflictos como la guerra de Crimea de 1853 a 1856, la Primera Guerra Sulú de 1879 y la Primera Guerra Bóer de 1880 a 1881. Sin embargo, el siglo XX y sus trincheras llevaron a las botas a adaptarse a nuevos y más duros escenarios de combate en los que no bastaba con que las botas tuvieran una izquierda y una derecha distintas. Por ejemplo, a partir de 1904 los soldados rusos usaron botas quirce que estaban hechas de textiles impregnados con yema de huevo antes del advenimiento del látex sintético. Asimismo, en el momento en que comenzó la Primera Guerra Mundial, las botas de marcha rusito eran las más populares de Estados Unidos. Estas estaban hechas de piel de becerro y con un forro interior de plumas. Sin embargo, no eran lo suficientemente buenas para las nuevas condiciones de la tierra. En 1917 y las botas de trinchera suplantaron a la Arrocet estadounidenses, estas nuevas botas proporcionaban una mejor protección en condiciones de humedad, pero no eran lo suficientemente impermeables. Por lo tanto, no podían salvar la salud de los pies de los soldados por las mancusos y húmedas líneas de trinchera. Estas botas de trinchera también eran muy rígidas y no servían para mantener la temperatura de los pies, por lo que era muy común que los soldados llevaran más de un par de calcetines con ellas. Y hago una pequeña pausa en esta evolución para comentarte que estos problemas eran de hecho muy críticos en términos de guerra, ya que disminuían el rendimiento de los soldados y cuando multiplicas por miles. Las consecuencias son mucho más palpables. Fue entonces cuando el calzado militar moderno comenzó a tomar relevancia. Los que estaban arriba en la cadena de mando militar no eran ajenos al asunto, ya que la mayoría de ellos en algún momento también estuvo en esta situación y abordaron este tema con gran importancia a mediados/ finales de la Gran Guerra.
Fue durante la Segunda Guerra Mundial que los ejércitos se dieron cuenta de que la guerra global no se podía librar con un solo modelo de bota, ya sabéis, una bota que se usara en todas partes. Había frentes bastante exóticos, como el Pacífico o África, que exigían nuevas soluciones de botas militares para escenarios más calientes, más húmedos y más complicados en términos de terreno. Por ello, el gobierno de Estados Unidos nombró al fabricante de botas Wilko para la tarea de crear lo que se conoció como Botas de Silva, las cuales serán capaces de entrenar hasta cierto punto el agua y el sudor del pie del soldado. Al mismo tiempo, el diseño más hermético de estas botas evitó que los insectos y los pequeños desechos emitieran semillas, y creo que es algo de extrema importancia mencionar. Incluso una pequeña piedra dentro de la bota puede mermar el rendimiento de un soldado a niveles críticos. Muchos militares que están viendo este video entenderán la importancia de unas buenas botas poco después del final de la Segunda Guerra Mundial. Más específicamente, durante los años 50 se crearon las botas de combate de cuero negro, posiblemente el modelo más común que aparece en nuestra mente cuando pensamos en botas militares. Pero no tenemos la culpa porque las botas de cuero negro se convirtieron en la norma bélica por unos 50 años en Vietnam. Estas botas fueron mejoradas con placas de estiro para defenderse de las trampas de estacas Pulti del Vietcong. Estas versiones para ambientes selváticos, sin embargo, no eran tan duraderas como las botas de cuero comunes, por lo que los soldados a menudo llevaban dos padres con ellos y trataban de no usarlas de selva, a menos que fuera estrictamente necesario, ya acercándonos al final del ciclo. Las variaciones climáticas y los desarrollos de materiales dieron paso a las botas templadas, que eran de especial importancia temperaturas relativamente frías. Estas botas están diseñadas con un mecanismo para mantener los pies calientes, mientras que las botas de clima cálido, por el contrario, tienen más espacio para que haya un constante flujo de aire y mantener los pies frescos. También hay botas diseñadas para climas extremadamente fríos, como los de varias zonas en Europa, Rusia y algunos países asiáticos. Gracias a su diseño hermético y a las capas de espuma de poliéster, pueden proteger los pies de los soldados a temperaturas tan bajas como menos 50 grados centígrados.
Hoy en día, las botas de combate no se parecen en nada a las viejas botas de cuero en el ejército de los Estados Unidos. Las botas de cuero negro dejaron de utilizarse desde el año 2002 y fueron reemplazadas por las botas tal, las cuales están diseñadas a juego con el camuflaje de sus nuevos uniformes.
Son más viables que nunca y cumplen con las expectativas de durabilidad, resistencia y comodidad. A lo largo de lo que vamos del siglo XXI, los ejércitos de todo el mundo han actualizado sus botas. De hecho, ya es bastante raro ver militares con las típicas y obsoletas botas de cuero. Usualmente estas sólo son usadas para actos militares ceremoniales. Las botas modernas están usualmente formadas por suelas de tacos para mayor agarre en una goma resistente con refuerzo en el talón y puntera, ya que son zonas donde más golpes suelen tener. Tiene varias capas de tejido para hacerlas más resistentes y cuenta con doble o triple costura para mayor durabilidad. Lo más moderno que existe hoy en día son las botas inteligentes, las cuales están diseñadas para las unidades militares que suelen luchar en climas bastante extremos en el hielo, alta montaña, jungla pantanosa, desiertos, terreno rocoso y para cada una de estas situaciones se requiere un calzado apropiado.
Pero también se requiere ir ligero. En estas nuevas botas inteligentes involucra tecnología que repele el agua, regula la temperatura, permite la transpiración y amortigua el pie y el cuerpo del soldado de impactos fuertes con el suelo y son muy ligeras. Los nuevos programas de soldados del futuro nos traen conceptos muy interesantes, como el del programa Rachni de Rusia, que incluso se espera cuenten con sensores de minas y cuya forma parece sacada de una película de ciencia ficción. Por otra parte, las botas militares han tenido un papel tan importante en la historia que las ha llevado a inundar el mercado civil.
Hoy en día, no sólo los militares pueden obtener lo mejor de la tecnología de estas botas, sino también aquellos que requieren un componente extra en sus actividades al aire libre que involucren un uso constante de los pies en condiciones complicadas. En este sentido, marcas deportivas tan importantes como Under Armour y Nike tienen sus propios modelos de botas tácticas hechas específicamente para civiles. Asimismo, el aspecto tan distintivo y particular de las botas militares las ha llevado hasta el mundo de la moda. Desde los años 60 y gracias en parte a las películas de Hollywood, las botas de cuero negro se convirtieron rápidamente en parte de subculturas como los góticos, motociclistas, punks y los jets. Además, también ha llamado la atención y se ha tomado como muestra para botas de marcas de gran prestigio como Prada, que se decantan por modelos más vintage, manteniendo el día de hoy esta visión anticuada e incluso romántica de las botas militares.
En la Legión Extranjera Francesa se han utilizado todo tipo de botas conforme estas han ido mejorando para que los soldados vayan bien equipados. Y aunque es imposible predecir el futuro, podríamos decir que es una apuesta segura que las botas de combate continuarán evolucionando con enormes saltos en todos los aspectos de la tecnología, en materiales quién sabe qué dirección tomarán el diseño y las características de las futuras botas militares. No obstante, y si algo nos ha enseñado la historia y la evolución humana es que siempre hay espacio para mejorar.